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Fumigación y bebés: ¿Qué precauciones debemos tener?

fumigación y bebés

La fumigación es un método eficaz para eliminar insectos, roedores y otros animales que pueden causar daños o enfermedades en el hogar. Sin embargo, los productos químicos que se utilizan para la fumigación también pueden ser perjudiciales para la salud humana, especialmente para los bebés, que son más vulnerables a los efectos tóxicos. 

Por eso, es importante tomar algunas precauciones antes, durante y después de la fumigación, para evitar riesgos innecesarios y garantizar un ambiente seguro para los más pequeños de la familia.

Planificación antes de la fumigación

Los productos de fumigación pueden tener efectos nocivos para la salud de las personas, sobre todo, de los bebés, que son más vulnerables por su sistema inmunológico en desarrollo y su mayor exposición al suelo y a los objetos.

Evitemos complicaciones como irritaciones, alergias, intoxicaciones o enfermedades respiratorias. A continuación, te damos algunos consejos que puedes seguir para lograrlo.

1. Programación Consciente

La programación consciente consiste en planificar la fumigación de acuerdo con las necesidades y los hábitos de tu bebé. De esta manera, puedes evitar que él o ella entre en contacto directo o indirecto con los productos químicos que se aplican en tu casa. Algunas de las ventajas de la programación consciente son:

  • Reduces el riesgo de que tu bebé sufra reacciones alérgicas o irritativas por los productos químicos.
  • Evitas que tu bebé inhale o ingiera residuos de los productos químicos que puedan quedar en el aire, en el suelo o en los objetos.
  • Favoreces el desarrollo saludable de tu bebé al brindarle un ambiente limpio y seguro.

¿Cómo puedes aplicar la programación consciente en tu hogar? Aquí te damos algunas sugerencias:

  • Programa la fumigación en momentos en que los bebés y sus cuidadores puedan evitar la exposición directa a los productos químicos. Opta por horarios en los que los bebés puedan pasar tiempo fuera del hogar, como por ejemplo, durante la mañana o la tarde, cuando puedan ir al parque, a la guardería o a visitar a algún familiar.
  • Avisa con anticipación a la empresa de fumigación sobre la presencia de un bebé en tu casa. De esta forma, podrán elegir los productos más adecuados y menos tóxicos para tu caso. También podrán indicarte el tiempo que debes esperar antes de regresar a tu hogar después de la fumigación.
  • Prepara tu hogar antes de la fumigación. Guarda los juguetes, la ropa, la ropa de cama, los utensilios y los alimentos de tu bebé en bolsas o contenedores cerrados. Así evitarás que se contaminen con los productos químicos. También puedes cubrir los muebles, las alfombras y las cortinas con sábanas o plásticos para protegerlos.
  • Ventila tu hogar después de la fumigación. Abre las ventanas y las puertas para que circule el aire y se disipen los residuos de los productos químicos. Limpia las superficies con agua y jabón para eliminar cualquier rastro de los agentes nocivos. Lava la ropa, la ropa de cama y los juguetes de tu bebé antes de volver a usarlos.

2. Información Detallada al Profesional

Es esencial que informes a los profesionales de la fumigación sobre la presencia de bebés en casa. Así, podrán elegir los productos más adecuados para tu caso, que sean eficaces contra las plagas, pero que no representen un peligro para la salud de los pequeños.

Para que los profesionales de la fumigación puedan elegir los productos más adecuados y las medidas de seguridad necesarias para tu caso, debes proporcionarles la siguiente información sobre los bebés en casa:

  • La edad del bebé o los bebés. No es lo mismo fumigar una casa donde hay un recién nacido que una donde hay un niño de dos años. La edad influye en el grado de exposición y en la sensibilidad a los productos químicos.
  • Las alergias conocidas del bebé o los bebés. Algunos productos químicos pueden provocar reacciones alérgicas en personas sensibles. Si sabes que tu bebé es alérgico a alguna sustancia, debes comunicarlo a los fumigadores para que eviten usarla o tomen precauciones adicionales.
  • Cualquier otra consideración especial. Por ejemplo, si tu bebé tiene alguna enfermedad respiratoria, cutánea o digestiva que pueda agravarse con la exposición a los productos químicos. O si tu bebé tiene alguna necesidad especial que requiera una atención constante o un equipamiento específico.

Con esta información, los profesionales de la fumigación podrán ofrecerte un servicio personalizado y seguro para ti y tu familia.

3. Elección de Productos Menos Tóxicos

Antes de fumigar, debes informarte sobre los riesgos y las precauciones que debes tomar para proteger tu salud y la de tu familia. Además, si es posible, elige opciones de fumigación con productos menos tóxicos que sean igual de efectivos, pero que minimicen el impacto ambiental y sanitario.

Los productos menos tóxicos para fumigar son aquellos que tienen un menor grado de toxicidad para las personas, los animales y el medio ambiente. Estos productos pueden ser biológicos, naturales o ecológicos y no contienen sustancias peligrosas como organofosforados, piretroides o carbamatos, que son los ingredientes activos más comunes en los plaguicidas convencionales.

Los productos menos tóxicos para fumigar pueden ser de diferentes tipos, como:

  • Trampas: son dispositivos que atraen y capturan a las plagas sin utilizar veneno. Por ejemplo, las trampas de pegamento, las trampas de luz o las trampas de feromonas.
  • Repelentes: son sustancias que ahuyentan a las plagas sin matarlas. Por ejemplo, los repelentes ultrasónicos, los repelentes naturales a base de plantas o aceites esenciales o los repelentes químicos con bajo nivel de toxicidad.
  • Biopesticidas: son productos derivados de organismos vivos que controlan a las plagas mediante mecanismos biológicos. Por ejemplo, los insecticidas bacterianos, los insecticidas virales, los insecticidas fúngicos o los insecticidas botánicos.
  • Productos ecológicos: son productos que cumplen con ciertos criterios de calidad ambiental y social y que tienen un menor impacto negativo en el ecosistema. Por ejemplo, los productos con certificación ecológica, los productos con etiqueta ecológica o los productos con sello verde.

Precauciones durante la fumigación

Una vez que hayas aplicado las medidas necesarias antes de la fumigación, pasemos a repasar algunos consejos para cuidar a tu bebé durante el proceso de desinfección.

1. Evacuación del Hogar

Sal de la casa con tu bebé y con todos los miembros de tu familia. Lleva contigo todo lo necesario para el cuidado del bebé, como pañales, biberones, juguetes, ropa y medicamentos. No olvides llevar también tus documentos personales, dinero, llaves y teléfono móvil.

Respeta el tiempo de espera que te indique la empresa de fumigación. No entres en la casa hasta que te lo autoricen. Si lo haces antes, puedes exponerte a los residuos tóxicos de los productos químicos, que pueden causarte irritación, alergia o intoxicación.

Mantén el contacto con la empresa de fumigación por si surge algún imprevisto o necesitas alguna información adicional. Si notas algún síntoma extraño en ti o en tu bebé, acude al médico inmediatamente.

2. Protección de Objetos y Alimentos

Lo primero que debes hacer es asegurarte de que todos los alimentos que puedas necesitar para alimentar a tu bebé estén bien protegidos. Esto incluye la leche materna o de fórmula, el agua, las papillas, los purés y los snacks. Para evitar que se contaminen con bacterias, hongos o insectos, guarda estos alimentos en bolsas herméticas o recipientes cerrados. También puedes usar termos o bolsas térmicas para mantenerlos a la temperatura adecuada.

Lo mismo debes hacer con los utensilios, platos, vasos y cubiertos que uses para darle de comer a tu bebé. Lávalos bien con agua y jabón después de cada uso y guárdalos en bolsas o recipientes limpios. Así evitarás que se ensucien con el polvo, el pelo o las partículas que puedan estar en el aire.

Otro aspecto importante es proteger los objetos que puedan entrar en contacto con la piel o las mucosas de tu bebé. Esto incluye los muebles, las alfombras, las cortinas y la ropa de cama. Estos objetos pueden acumular ácaros, polen, pelos de animales u otros alérgenos que pueden provocar irritación, picor o reacciones alérgicas en tu bebé. Para protegerlos, puedes cubrirlos con plástico o tela antes de salir de casa. También puedes aspirarlos o lavarlos con frecuencia para eliminar los alérgenos.

Por último, te recomendamos que retires del hogar las plantas, las mascotas y los acuarios que puedas tener. Estos elementos pueden ser fuente de alergias, infecciones o intoxicaciones para tu bebé. Las plantas pueden tener espinas, hojas venenosas o polen que pueden dañar a tu pequeño. Las mascotas pueden transmitir parásitos, virus o bacterias que pueden afectar a su salud. Los acuarios pueden contener sustancias tóxicas o microorganismos que pueden contaminar el agua o el aire. Si no puedes retirar estos elementos del hogar, al menos mantenlos alejados del alcance de tu bebé y limpia bien sus zonas.

3. Seguimiento de Instrucciones

Sigue las recomendaciones después de una fumigación en casa para evitar riesgos y garantizar una buena higiene. Lo primero que debes hacer es respetar el tiempo de espera que te indiquen los profesionales de la fumigación. Este tiempo puede variar según el tipo de plaga, el producto utilizado y el tamaño de la casa, pero por lo general se recomienda esperar entre 4 y 6 horas antes de regresar al hogar. 

No te arriesgues a entrar antes de lo indicado, ya que podrías inhalar o entrar en contacto con residuos de los productos químicos que podrían causarte alergias, irritaciones o intoxicaciones.

Cuidados después de la fumigación

Con estos consejos podrás proteger a los bebés de la fumigación y evitar que sufran consecuencias negativas para su salud. Recuerda que la prevención es la mejor forma de cuidar a los más pequeños de la casa:

1. Limpieza Exhaustiva

Una vez que regreses a tu casa, realiza una limpieza exhaustiva de todas las superficies y objetos que puedan haber quedado contaminados con residuos químicos. Usa guantes, mascarilla y agua con jabón o detergente para lavar el suelo, las paredes, los muebles y los juguetes del bebé. No uses lejía ni otros productos abrasivos que puedan generar gases tóxicos al mezclarse con los restos de fumigación. Enjuaga bien todo lo que hayas lavado y deja que se seque al aire libre.

También debes lavar toda la ropa de cama, las toallas, las cortinas y cualquier otra prenda que haya estado en contacto con el fumigante. Usa el ciclo de lavado más caliente que permita la etiqueta y sécalas al sol o en la secadora. Si tienes plantas o alimentos en tu casa, deséchalos o lávalos bien antes de consumirlos.

2. Ventilación Continua

Mantén todas las ventanas y puertas abiertas durante el mayor tiempo posible para facilitar la eliminación de los vapores o partículas químicas que puedan quedar en el aire. Usa ventiladores o extractores para mejorar la circulación del aire. Evita que el bebé permanezca en habitaciones cerradas o poco ventiladas.

3. Vigilancia de Síntomas

Observa atentamente al bebé y a sus cuidadores para detectar cualquier síntoma que pueda indicar una reacción adversa a la fumigación. Algunos signos de alerta son: tos, estornudos, irritación de ojos, nariz o garganta, dificultad para respirar, náuseas, vómitos, diarrea, dolor de cabeza, mareos, convulsiones o pérdida de conciencia. Si notas alguno de estos síntomas, acude al médico de inmediato.

Consideraciones especiales para bebés

Si estás lactando, ten precaución con la exposición directa a productos químicos. Consulta con un profesional de la salud sobre las precauciones específicas que debes tomar. De igual forma, asegúrate de que las áreas de juego de los bebés estén bien limpias después de la fumigación. Utiliza paños húmedos no tóxicos para limpiar juguetes y superficies.

La fumigación y la seguridad de los bebés pueden coexistir con una planificación y precauciones adecuadas. Al seguir estos consejos, podemos garantizar un ambiente seguro para los bebés durante y después de la fumigación, manteniendo la salud y bienestar de los más pequeños en el centro de nuestras prioridades.

Sobre el autor
Fernanda Silva
Empleado Control de Plagas Alicante

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